Navegando con los iivi de Groenlandia
La bahía de Tasiilaq fue escenario del primer encuentro entre jóvenes Kawésqar e iivi, embarcados en el velero Byr para dialogar sobre sus culturas, prácticas ancestrales y el futuro entre los polos.
A inicios de abril de este año, el matrimonio compuesto por Annukka Pekkarinen y Sigurður Jónsson (Finlandia-Islandia) invitaron a la Fundación Pueblo Kawésqar a participar de un inusual encuentro entre jóvenes indígenas de rincones tan alejados como la Patagonia y Groenlandia, a bordo de su embarcación, el velero Byr, siguiendo una ruta muy especial que terminaría partiendo desde su casa en Islandia, hasta la Isla más grande del mundo, hasta donde llegarían los hermanos Pamela y Francisco González.
Luego de varios meses de preparación y gestionando detalles tan importantes como la estadía, los vuelos y los participantes de la expedición, hasta los más sencillos como la ropa de abrigo en el verano polar, los materiales de apoyo para las actividades o las pastillas para el mareo, todo debía también considerar un alto grado de flexibilidad en cuanto al la duración del viaje, por el tiempo cambiante y la poca previsión que se puede tener, en un año particularmente diferente a los anteriores en Groenlandia, marcado por una gran cantidad de hielo flotante que permanece en toda la costa y las altas presiones que afectan la navegación a vela, con lo que podríamos encontrar puertos cerrados.
El plan inicial cambió un par de veces y a sólo dos días antes de emprender el viaje, hubo que cambiar el punto de encuentro, ya que sería imposible llegar al aeropuerto de Kulusuk y debíamos volar directamente a Reykjavik (Islandia) aguardando que calme el temporal en alta mar, para poder zarpar. Lo que también cambiaría la ruta marítima a trazar.
El viaje comenzó en el aeropuerto de Zürich - Suiza, donde se encontraban hace unas semanas los hermanos González, visitando familiares y en actividades de la Fundación. La primera escala del viaje fue la ciudad de Copenhagen, la que pudieron recorrer y disfrutar con un tradicional almuerzo de arenque junto al río, visitaron el museo del Lego y otras atracciones del casco antiguo de la ciudad. Por la noche volaron al aeropuerto de Keflavik en Islandia, donde les esperaban para dar la bienvenida Annukka y la fotógrafa Isley Reust. La primera anécdota del viaje les acababa de pasar, una de las maletas no habían llegado, la de Francisco, lo que notificaron a la aerolínea y recuperaron en Kulusuk 7 días después.
Debido a las tormentas en mitad del estrecho que debían atravesar a vela no se pudo zarpar, al día siguiente por lo que decidieron ir a recorrer la ciudad de Reykjavik, capital de Islandia. Visitaron algunos monumentos, la famosa iglesia Hallgrímskirkja, el teatro nacional Harpa Concert Hall entre otros monumentos y sus calles, así como la tienda donde Francisco pudiese comprar ropa y provisiones que estaban en su equipaje hasta el momento extraviada. Por la noche alojaron a bordo del velero, esperando noticias del zarpe, lo que quedó pronosticado para el medio día del día siguiente.
A la mañana del tercer día, los hermanos disfrutaron de un tibio baño en las aguas del Waterworld junto a Annukka y sus pequeñas niñas de 2 y 4 años, quienes también estaban anciosas de comenzar la travesía. Finalmente pasado el medio día del viernes 9 de agosto y después de una llamada de los hermanos a su padre por su cumpleaños, el velero Byr dejó la costa de Islandia para atravesar el Estrecho de Groenlandia, 736 Km entre el puerto de Keflavik hasta Tasiilaq (distancia entre Punta Arenas y Puerto Edén navegando).
Los tres días y medio de navegación en alta mar, estuvieron muy animados, sobre todo por el oleaje y algunos mareos, que combatieron con juegos de mesa, las conversaciones con la tripulación entre las guardias y sobre todo por las comidas, en las que Pamela mostró sus talentos culinarios y alegró a todos a bordo. Los témpanos de hielo cubrían la entrada a la bahía de Tasiilaq, y el Byr se abría paso entre el espectáculo azul, en el que ballenas jorobadas, gaviotas y algunas naves menores de jóvenes locales, daban la bienvenida. Despues de cuatro horas esquivando los icebergs para acercarse al puerto, fue finalmente posible atracar en el puerto, por lo que la embarcación buscó refugio en una bahía cercana donde pasar la noche.
El martes 13 de agosto y a seis días de comenzar el viaje, llegaban a puerto la tripulación del velero Byr y los invitados patagónicos para encontrarse con la comunidad iivi de Tasiilaq, en la costa este de Groenlandia. El anfitrion les esperaba: Dines Mikaelsen, un lider indígena local, que fue alcalde como su padre y hoy representa a su comunidad en el parlamento groenlandés. Junto a Dines, la delegación visitó distintos lugares del poblado, entre los cuales destacan tres proyectos juveniles, un taller de artesanía en pieles, un taller de artesanía en huesos, piedras y maderas, así como la oficina de información turística y museo de Tasiilaq, antes de embarce por la tarde en el velero, para comenzar una travesía conjunta entre los Kawésqar y los jóvenes iivi acompañados por Dines y el joven cazador y navegante Ivik Ignatiussen a bordo del Byr.
Fotografía: Isley Reust
Francisco González
17-08-24, 07:00