¿Por qué debemos proteger y reconocer las áreas naturales?
Actualmente, hay más de 600 áreas en 60 países que forman parte de la Lista Verde, cubriendo una superficie total de más de 14 millones de hectáreas.
Las áreas protegidas y conservadas son mucho más que simples espacios verdes. Son verdaderas joyas de la naturaleza, que albergan una riqueza biológica y cultural incomparable. Son el hogar de miles de especies, muchas de ellas únicas y amenazadas. Son el sustento de millones de personas, que se benefician de los servicios que brindan, como el agua, el aire y el clima. Y son, además, una solución natural para enfrentar la crisis climática, pues capturan y almacenan grandes cantidades de carbono.
Pero estas áreas no están exentas de peligros. La deforestación, la minería ilegal, el cambio climático, los conflictos armados, entre otros factores, las ponen en riesgo constante. Y si no actuamos pronto, podríamos perder estos tesoros naturales para siempre y con ello la vida en el planeta…
Por eso, es urgente que los gobiernos y la sociedad civil se comprometan a fortalecer la gestión y la gobernabilidad de estas áreas, no solo para cumplir con la meta global de conservar el 30% del territorio para el 2030, sino también para garantizar el desarrollo sostenible de sus poblaciones y la salud humana.
Una forma de hacerlo es a través del Estándar de Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas de la UICN. Estándar global que reconoce las áreas protegidas y conservadas que cumplen con los criterios de eficacia de gestión, equidad y gobernanza. Es decir, a espacios naturales que se manejan de forma eficiente, justa y participativa, garantizando la conservación de los ecosistemas y los servicios ambientales que brindan, así como el respeto a los derechos y las necesidades de las comunidades locales.
Estas áreas incluyen desde parques nacionales hasta reservas comunitarias, pasando por sitios Ramsar, reservas de la biósfera y patrimonios de la humanidad. Algunos ejemplos son el Parque Nacional Galápagos en Ecuador, el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica, el Parque Nacional Yosemite en Estados Unidos y el Parque Nacional Marino Isla del Coco en Costa Rica.
La Lista Verde no solo reconoce el buen trabajo de los gestores y las comunidades que cuidan estas áreas, sino que también les brinda beneficios como mayor visibilidad, financiamiento, capacitación, intercambio de experiencias y apoyo técnico. Además, la Lista Verde contribuye a alcanzar los objetivos globales de conservación, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Acuerdo de París sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Lista Verde se posiciona como una iniciativa que demuestra que es posible conciliar la protección de la naturaleza con el desarrollo humano. Te invitamos a conocer más sobre la Lista verde en su página web oficial (https://www.iucn.org/theme/protected-areas/our-work/iucn-green-list) y a seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de las últimas noticias sobre este tema.
Las áreas protegidas y conservadas son nuestro patrimonio natural y cultural. Y de ellas, así como de las decisiones que tomemos, depende la vida y la estabilidad de nuestra casa común. Cuidémoslas y celebremos su diversidad.
Zornitza Aguilar M.
Oficial Senior de Áreas Protegidas
UICN – América del SUR
Zornitza Aguilar M.
10-10-23, 07:00